Todos queremos algo - Nostalgia y testosterona

Jake llega a la Universidad de Texas en su deportivo, con las ventanillas bajadas y la música a todo volumen. Le esperan sus nuevos compañeros del equipo de béisbol. Quedan sólo unos días para arranque el curso, pero piensa aprovecharlos. Unos días para conocer chicas, ir a fiestas y hacer amigos... 

Richard Linklater, tras dirigir esa obra maestra indiscutible llamada 'Boyhood', regresa al cine dos años después con 'Todos queremos algo', bautizada como "la secuela espiritual de 'Movida del 76 (Dazed and Confused)" que nos presenta a un grupo de jóvenes universitarios en los años 80. El realizador texano ofrece de nuevo los temas que siempre se refleja en sus películas: el tiempo y el paso a la edad adulta. Al igual que 'Boyhood' o la trilogía de 'Antes de...' reflejaban cómo el paso del tiempo afectaba a una familia o a un pareja, en 'Todos queremos algo', Linklater echa la vista atrás hacia los años 80 (tiempo en el que él fue universitario) y crea un brillante y divertido ejercicio de pura nostalgia. 
Para ello, se rodea de un elenco de rostros desconocidos, lo cual es probablemente el principal acierto de la película. Es un reparto carismático en el que todos parecen entender a la perfección lo que les exigen sus respectivos personajes llegando a resultar en muchas ocasiones verdaderamente memorables. 

Linklater ha creado un retrato generacional, captando el espíritu de los años 80 y la juventud, con todos los problemas que conlleva el hecho de empezar a tener responsabilidades de adulto. El cariño con el que está realizada, es palpable desde el primer minuto de película. Es una mirada tierna, bonita, llena de añoranza a aquellos maravillosos años. Al igual que en su predecesora, la música es otro de los protagonistas, ya que no dejan de sonar grandes éxitos de la década de los 80 entre los cuales se pueden oír canciones de Van Halen, Patti Smith o The Cars. 
Los principales intereses que mueven a nuestros protagonistas son el sexo, las fiestas, etc. Sin embargo, no es en absoluto la típica película de jóvenes deseando perder la virginidad que estamos hartos de ver en el cine americano. Es un filme con personalidad, con el indudable sello de su autor, ese maestro en reflejar la cotidianidad y el transcurso del tiempo que es Richard Linklater. Los diálogos son inteligentes y funcionan a la perfección, aportando un ritmo rápido y desenfrenado.
'Todos queremos algo', es mucho más que una película para el mero entretenimiento. Es una pequeña joya, divertidísima y desenfadada, que al igual que en todo su cine anterior, consigue lo máximo con lo mínimo. Película de pequeñas pretensiones hecha con alma y corazón.
7/10

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