Masaan - Destino

Drama sobre dos familias atrapadas en las restricciones hinduistas. Benarés, la ciudad santa a orillas del Ganges, no tiene compasión con aquellos que no respetan las tradiciones. Deepak, un estudiante de un barrio pobre, se enamora perdidamente de una chica de una casta superior. Devi, una universitaria cuyo comportamiento se sale de lo establecido, intenta superar la desaparición de su primer amante, mientras su padre, Pathak, es víctima de la corrupción policial y pierde el sentido de la moral. Y el niño Jhonta busca una familia. Cuatro personajes en busca de un futuro mejor, atrapados entre la época moderna y las tradiciones, y cuyos caminos están a punto de cruzarse.

'Masaan' es la segunda película película de Neeraj Ghaywan, el realizador indio que ganó gracias a esta el premio FIPRESCI en la sección Una cierta mirada en el Festival de Cannes. El director realiza una denuncia a la sociedad india, que chantajea a una mujer por haber mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio y que no permite que dos personas de direferentes castas formen una pareja. La película cuenta dos historias que suceden en Benarés y que se entrecruzan. 
En la primera escena vemos como una chica está manteniendo relaciones sexuales con un chico que le gusta en un hotel, y son descubiertos, por lo que el chico se acaba suicidando al no poder soportar las consecuencias que traerá su infracción. Esto está contado de manera algo tosca, y de una forma demasiado exagerada y poco verosímil. Resulta brusco dado que no conocemos la situación personal del chico, por lo que llegar a suicidarse se ve como algo bastante extremo. La película continúa llena de tópicos y de manera muy predecible. Esto es culpa de un guion demasiado naif, al que se le ven las costuras desde el principio, y por tanto, no posee fuerza suficiente como par atrapar en ningún momento al espectador. Aunque es cierto que su visionado resulta fluido la mayor parte del tiempo, menos el tramo final, que se dilata innecesariamente. 

La manera de narrar la historia, se acerca bastante a la del cine de autor europeo, despojándose de gran parte de los recursos narrativos que caracterizan al cine indio. Aunque en esencia, no es muy diferente a la mayoria de producciones de allí. Ghaywan plasma la precariedad con una típica historia de amor bastante ingenua y mal construida. Y el final, a pesar de que se veía venir desde el principio, resulta forzado. Probablemente porque se ha puesto tanto empeño en hilvanar las dos historias, que la fuerza que residia en cada una se acaba perdiendo sin ningún tipo de beneficio. Aun así, no es una mala película, aunque sí una a la que le falta madurez, y sobre todo, una historia potente que contar.
5/10

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