El amor es más fuerte que las bombas - Recomposición tras la ausencia

Una exposición de la obra de la fotógrafa de guerra Isabelle Reed, tres años después de su prematura muerte, lleva a su hijo mayor de vuelta a la casa familiar. Allí pasará tiempo con su padre Gene y su hermano menor. Estando los tres bajo el mismo techo, Gene tratará de estrechar lazos con sus dos hijos mientras ellos luchan por reconciliar sus sentimientos hacia su fallecida madre, mujer que recuerdan de manera diferente.

'Louder than bombs' o 'El amor es más fuerte que las bombas', el título con el que se la conocerá en España es el tercer largometraje del noruego Joachim Trier tras las alabadas 'Reprise' y 'Oslo, 31 de agosto'. Estrenada en el Festival de Cannes, pasó sin pena ni gloria por la sección oficial, obteniendo críticas mixtas y sin ninguna mención en el palmarés. Ante esa tibia acogida y el hecho de que uno de los guionistas sea el director de 'Blind' (película a la que le reconozco sus méritos pero que no consigue atraparme) me hacían no esperarme nada especialmente grato de 'El amor es más fuerte que las bombas'. Por suerte, mi sorpresa fue mayúscula tras terminar la proyección, pues lo que me encontré superó con mucho mis expectativas.
Joachim Trier derrocha talento, y con un estilo muy particular, consigue involucrarnos en un drama familiar que argumentalmente no ofrece nada que no hayamos visto antes pero que narrativa y formalmente llega a un nivel muy alto. De forma desasosegante disecciona una relación familiar desmembrada (padre y dos hermanos; uno de ellos adolescente, el otro acaba de tener un bebé) tras la pérdida de la madre. Personaje ausente que sirve como punto de inflexión en la historia y a partir del cual se construye el drama. Trier juega hábilmente con los puntos de vista recreando un relato que podría haber teminado resultando obvio pero que está narrado con poder de sugerencia y capacidad para hipnotizar por momentos al espectador. El director no sólo habla de la pérdida y de cómo la afronta cada miembro de la familia individualmente, sino que también logra hacer una reflexión muy interesante acerca de la adolescencia y de las relaciones humanas. Todo ello narrado de forma parecida a la anteriormente mencionada 'Blind', pero lo que en aquella me resultaba caótico o disperso, en esta creo que funciona a la perfección y que aporta una dimensión más profunda a la historia. 

En esta película, Trier se rodea de un reparto internacional formado por Jesse Eisenberg, Gabriel Byrne, Isabelle Huppert y el joven Devin Druid. Todos ellos fantásticos, capaces de expresar lo máximo con lo mínimo. Ayuda el gran guion que hay detrás, que no deja que ningún diálogo o situación suene forzada. Eskil Vogt y Joachim Trier, ambos guionistas dejan muy claro que independientemente de que nos gusten más o menos sus películas, hay talento, y que habrá que seguir la carrera de ambos muy de cerca. 
Es cierto que hay algún altibajo, y que no es una película perfecta, en conjunto podría decirse que incluso irregular, pero los momentos donde alcanza su máximo esplendor nos demuestran que estamos viendo la obra de un cineasta dotado de talento y con voz propia. 'El amor es más fuerte que las bombas' es una de esas películas que habrá que revisitar, pues en su aparente sencillez argumental esconde una profunda lección de vida.
7/10

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