La juventud - Cría fama y échate a dormir

Fred Ballinger, un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de Buckingham, con motivo del cumpleaños del príncipe Felipe.

Paolo Sorrentino encandiló a medio mundo con 'La gran belleza', película por la que particularmente no siento ninguna admiración, pero que sin embargo, a pesar de todo, no dejo de reconocer que poseía cierto talento y alguna escena admirable. En 'La juventud' el cineasta italiano aprovecha el tirón de su último largometraje para dar lugar a una sucesión de escenas a cada cual más pomposa y estúpida que deja muy claro que no tiene nada que contar. La película explora la vejez y reflexiona sobre la juventud, pero lo único que realmente consigue retratar es la nada más absoluta de una forma tan amanerada como cargante. Y así continúa durante dos larguísimas horas contando banalidades y transitando lugares comunes con el inconfundible sello sorrentiniano de parecer que está descubriendo América en cada movimiento de cámara, algo que me irrita, y bastante. No dejo de preguntarme qué es lo que quiere contar este hombre en su película, pero rápidamente llego a la conclusión de que nada que no nos hubiera contado en la  para mí sobrevalorada 'La gran belleza' (con más talento, repito). Comprendo perfectamente que rodar con estrellas de Hollywood y ganar premios es algo que suena muy bien, pero al menos se podría haber molestado en tener algo que decir. 

Los personajes también son cuanto menos insoportables, y al igual que todo lo demás en la película, totalmente insustanciales. Menos mal que las interpretaciones de Michael Caine y Harvey Keitel son buenas, para por lo menos poder apreciar algo decente dentro de semejante desastre. Pero no hay nada que salve 'La juventud', todo resulta impostado, falso y pretencioso. Un disparate plagado de escenas que provocan vergüenza ajena y de chistes supuestamente muy divertidos que a mí no me hacen ni la menor gracia  que lo único que consiguen es que mis ganas de abandonar la sala aumenten progresivamente. Y es que el señor Sorrentino tiene la capacidad de ponerme de los nervios desde la primera secuencia. Un claro ejemplo de que una vez consigues el éxito y tu séquito de fans puedes hacer lo que te dé la gana. Incluso engendros como este. Una pena.
3/10

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