63 Festival de San Sebastián: La Obra del Siglo, Iona, El Hijo de Saul y El Clan

LA OBRA DEL SIGLO
En medio de una plaga de mosquitos, Leonardo, lucha con la ruptura de su relación y se traslada a vivir con su abuelo que lucha contra todos y todo, y un padre que vive con la melancolía de lo inconcluso. En una ciudad que alguna vez se comprometió a convertirse en el centro del proyecto nuclear soviético en el Caribe, los escasos restos de este mundo pesan sobre estos tres hombres solitarios, que, a diferencia de su pez mascota Benjamin, todavía tienen que aprender a respirar bajo el agua. 

Ganadora del Festival de Rotterdam. La película narra en blanco y negro la historia de una familia cubana mezclada con fragmentos documentales (a color) cobre la Guerra Fría y cómo afectó a Cuba. Esta elección funciona, y dota a la película de fuerza, especialmente por marcar el contraste entre la parte de ficción y la de no ficción. No cabe duda de que estamos ante un experimento fílmico (como dicen en los créditos en lugar de "película") muy interesante, al que nos acercamos la gran mayoría con bastante sueño (proyección a las 9 de la mañana) y que sin embargo, nos sorprendió gratamente. No es una película fácil, tampoco es particularmente entretenida, pero merece la pena verla. Propone nuevas y atrevidas formas de hacer cine. No resulta apasionante, pero es una buena lección de historia cubana, y aprender nunca está de más.
6/10

IONA
Dirigida por el escocés Scott Graham, la película cuenta la historia de una joven y su hijo adolescente que huyen de Glasgow buscando refugio tras un violento crimen. Viajan al lugar de nacimiento de ella, la isla de Iona, con la que ella comparte el nombre. Tratan de vivir en medio de la comunidad religiosa que ella había dejado atrás. El regreso de Iona obliga a su atormentado hijo, Bull, a llevar una forma de vida que ella misma rechazaba cuando era adolescente y vivía en la isla. Mientras Bull busca el perdón por lo que ha hecho y la frágil familia que ella había dejado atrás trata de adaptarse a su regreso, Iona debe hacer frente a la pérdida de su fe religiosa.

Iona es una película lenta y bonita, rodada con estilo y buen gusto y con una fotografía muy bella. La historia que cuenta, resulta interesante, sobre todo el hecho de romper con la fe y con Dios, que tan presente está en la pequeña comunidad donde viven nuestros protagonistas. Sin embargo, la película se ve lastrada por un ritmo demasiado pausado, que hace que no siempre el espectador esté dispuesto a sumergirse en este apartado paisaje. Se podría decir que es una película muy británica y muy clásica, que en su mayor parte es efectiva, aunque en ocasiones el ritmo sea irregular. Además, está interpretada con solvencia, con actores que en todo momento resultan convincentes y llenan de matices a sus personajes.
6/10

EL HIJO DE SAUL
Probablemente la película más esperada del festival. Ya se estrenó en Cannes, donde fue un éxito tremendo de crítica, llevándose además el Gran Premio del Jurado y el premio FIPRESCI. En el año 1944, durante el horror del campo de concentración de Auschwitz, un prisionero encargado de quemar los cadáveres de su propia gente encuentra cierta supervivencia moral tratando de salvar de los hornos crematorios a un niño que toma como su hijo. 

Nunca se ha contado una historia sobre el Holocausto de la manera en la que László Nemes lo hace en El hijo de Saul. Verla es vivir una experiencia tan agobiante y densa como inolvidable. Durante todo el metraje, la cámara no deja de seguir a Saul, interpretado con maestría por el actor húngaro Géza Röhrig. Te metes en su piel hasta tal punto que vives con él el horror, la angustia y la injusticia. Un recurso maravilloso que emplea el director para generar esa sensación de asfixia es desenfocar el fondo. No es tanto lo que ves, que al fin y al cabo es todo el rato a Saul en plano corto, sino lo que no ves, lo que escuchas y lo que te imaginas. Está rodada en cuatro tercios, por lo que la experiencia se convierte en algo aún más intensa al encerrar al personaje en un espacio más estrecho. 
Personalmente me cuesta un poco entrar y al principio me parece una narración demasiado fría, pero conforme avanza la película, el interés que se genera hacia lo que se nos está contando es total. Seguramente requiera varios visionados. 
También, llama la atención que sea una ópera prima (aunque el director ha colaborado con Béla Tarr en varias ocasiones y tiene experiencia). Nemes demuestra una enorme madurez filmando. Probablemente su película se convierta en la ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa este año, y en una de las películas más influyentes por tratar un tema tan trillado de forma tan original) de esta década. 
7,5/10

EL CLAN
La historia está basada en el caso policial del Clan Puccio, que conmocionó a la sociedad argentina a comienzos de los 80. Detrás de la fachada de los Puccio, una típica familia del tradicional barrio de San Isidro, se oculta un siniestro clan dedicado al secuestro y asesinato de personas. Arquímedes, el patriarca, lidera y planifica los operativos. Alejandro, el hijo mayor, estrella de un club de rugby y jugador del mítico seleccionado Los Pumas, se somete a la voluntad de su padre para identificar posibles candidatos y se sirve de su popularidad para no levantar sospechas. Los integrantes de la familia son cómplices en mayor o menor medida de esta acción macabra, viviendo de los beneficios que obtienen de los suculentos rescates pagados por los familiares de los secuestrados. 

Pablo Trapero ganó el León de Plata al mejor director en el Festival de Venecia gracias a esta película. No dudo de su labor, pero para mí no es lo más destacable de la película. La historia que se cuenta es potente, y el guion narra de forma inteligente y con intriga lo que se esconde en esta familia. Está bien interpretada y resulta un entretenimiento para casi cualquiera. Es una película muy accesible con la que uno pasa casi dos horas interesado en todo momento por lo que se nos está contando. Sin embargo, no perdura en la memoria, no cala en el espectador. Además, cae a veces en un abuso de recursos para intentar sorprender y no termina de encontrar el tono. El uso de la música en las escenas violentas no es ni algo tan original ni tan divertido. 
Pero a pesar de sus errores, El Clan es una buena película. Técnicamente está bien, y casi todo funciona, lo malo es que deja la sensación de que podría haber llegado a ser mucho más.
6/10

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